La gestión de Hondartza Kiroldegia y del frontón Jostaldi, propiedad del Ayuntamiento de Hondarribia, corresponde a la sociedad pública municipal Hondarribia Lantzen S.A. H.L. adjudicó la explotación de las instalaciones deportivas a la empresa Kirolzer S.L. y la explotación del Restaurante al Restaurante Ardora.
Desde 2015, cuando Abotsanitz llegó al Ayuntamiento, hemos venido denunciando las irregularidades de este contrato de concesión. No hemos sido los únicos, ya que en 2014 el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas también denunció irregularidades; para entonces, la empresa Kirolzer S.L. ya tenía una deuda con Hondarribia Lantzen por impago de cánones segun los términos previstos en el contrato.
En esta situación, a finales de 2016, antes de que llegara el plazo de vencimiento del contrato, Abotsanitz propuso la reversion a la gestion directa de este servicio publico o en su defecto, expuso la necesidad de realizar un estudio y redactar nuevos pliegos que se adaptaran a las necesidades del momento. Todos los grupos con representación sabíamos ya que el cumplimiento de los pliegos elaborados en 2012 suponía una dificultad y que el Ayuntamiento de Hondarribia estaba concediendo a la empresa explotadora Kirolzer S.L. ayudas no previstas en las condiciones de adjudicacion.
En los años siguientes el incumplimiento de la norma económico-financiera del contrato fue recurrente y los cánones a pagar por la empresa seguían abonándose tarde e inadecuadamente. Los pliegos establecian que como consecuencia del incumplimiento contractual el contrato quedaba sin efecto y que la empresa explotadora del servicio tendrían que indemnizar por los daños y perjuicios causados. En esta situación, de nuevo en 2019, el Grupo Municipal Abotsanitz propuso rescindir el contrato con Kirolzer y realizar una gestión directa y publica del servicio. De no hacerlo, solicitó la puesta en marcha de un nuevo proceso de adjudicacion del servicio.
En cambio, el gobierno municipal del PNV, en vez de afrontar el problema y dar una solución, no ha querido hacer nada. A partir de mediados de 2019 Kirolzer S.L. no ha abonado el canon previsto en el contrato. La empresa explotadora ha alcanzado una deuda con Hondarribia Lantzen superior a 700.000 euros. Por otro lado, la pandemia de la Covid-19 en marzo de 2020 ha agravado la situación y el reequilibrio económico que se debe dar reglamentariamente no ha sido contestado por el gobierno del PNV.
El 31 de diciembre de 2020 se extinguió el contrato de gestión de Hondartza Kiroldegia y el frontón Jostaldi; se abría una nueva oportunidad para revertir la situación y trabajar en defensa de los intereses municipales. Pero en vez de aprovechar la oportunidad, la empresa explotadora se ha visto obligada a realizar una prorroga contractual forzosa que, lejos de reconducir el problema, lo ha agravado.
Desde ese momento y a consecuencia de la situación provocada por la pandemia en 2020, debido a los problemas de gestión y financiación de las instalaciones deportivas, la relación entre Kirolzer S.L y el gobierno municipal se deterioró y no han sido capaces de reconducir la situacion. La empresa acusa al gobierno municipal de no haber respondido a la cantidad de mensajes enviados durante todo este tiempo, de no haber dado soluciones, de no haber dado pasos hacia la solución. La empresa explotadora dice que no dispone de recursos suficientes para mantener la actividad acordada y que pueden tener consecuencias en la calidad del servicio ofrecido. Kirolzer señala que no puede continuar más con la explotación del polideportivo e insta al Ayuntamiento de Hondarribia a que se haga cargo de la explotación de las instalaciones deportivas.
Una vez mas, los dirigentes del PNV, sin dar suficiente información ni explicaciones al resto de grupos politicos con representacion en H.L. , han decidido tomar un atajo de urgencia para dar solucion a la gestión de la explotación del polideportivo. A la vista de las dificultades, de la evolución de este servicio durante estos años y de las reivindicaciones de la empresa, cada vez tenemos más claro que la gestión del polideportivo debería ser propia, sin subcontratación.